MI COLECCIÓN DE NAIPES ESPAÑOLES

Recuerdo aquellas tardes-noches de crudo invierno sentado alrededor de un brasero, junto a mis padres, jugando una partida de cartas o resolviendo solitarios que se resistían. 
Había comenzado, siendo un menor, mi afición al coleccionismo de barajas de cartas.
Hoy, cuento con una importante colección que espero aumentar y contar con personas que colaboren en esta tarea. 
Colecciono barajas españolas que hagan referencia, en su anverso, a costumbres, tradiciones, fiestas populares, historia, folklore... de las distintas comunidades autonómicas.Y todas aquellas que tengan una temática distinta a la baraja clásica.

           















                                                 
CONSULTE MI SEGUNDO BLOG EN INTERNET:

MI COLECCIÓN DE NAIPES ESPAÑOLES
domingo, 14 de marzo de 2010
LA BARAJA DE LA MEMORIA
En la cárcel de Valdenoceda murieron 156 presos políticos republicanos.
No los fusilaron.
Los dejaron morir de hambre y frío.
La desesperación era tanta que uno de los supervivientes contó que sus mejores sueños eran aquellos en los que fantaseaba con un trozo de pan.
Pero incluso en situaciones tan dramáticas, hay gente que encuentra un modo ingenioso de espantar fantasmas. Los presos de Valdenoceda lo intentaron con una baraja de cartas hecha a mano con cartón y papel de fumar. Una baraja llena de memoria.
Los naipes se encontraron más de 50 años después del cierre del penal.
Los habían escondido en una grieta de uno de los muros externos. Estaban muy manidas pero había 36 cartas recortadas y dibujadas a mano. Radiocable.com ha podido fotografiar el caballo y el rey de espadas, por delante y por detrás. Pero hay más. En el blog Todos los rostros han publicado la imagen del “As de oros” [Foto].
Es posible que los naipes fueran dibujados por Ernesto Sempere, uno de los presos que sobrevivió a Valdenoceda y que escribió sus memorias poco antes de fallecer en 2005.
Fue además conocido como  el violinista” de la prisión. Aunque las cartas también pudieron haberlas hecho algún otro de los cientos de presos -no hay cifras oficiales- que fueron recluidos en este penal entre 1938 y 1943.
Lo que es seguro es que Valdenoceda fue un lugar donde reinó la desesperanza. El historiador Javier Rodrigo lo incluye entre los campos de concentración o reeducación del franquismo. Sempere lo llamaba “de exterminio” y escribió sobre el frío, la oscuridad, la única ración de comida al día que consistía en “una alubia podrida flotando en un caldo sucio”, los chinches, las ratas y los malos tratos disciplinarios como encerrar a los presos en “celdas de castigo en el sótano, que con la crecida del Ebro se inundaban hasta la altura del cuello”.
En estas condiciones 156 internos perdieron la vida. Los presos supervivientes fueron obligados a enterrar a sus compañeros en un solar fuera del cementerio. El cura los condenó a fosas comunes para que no estuvieran junto a sus fieles. “Lo hicieron en cajas de madera y con sus escasas pertenencias: un lápiz, una goma de borrar, un anillo… a un metro de profundidad” cuenta un antropólogo.
En 1997, José María González, nieto de una de las víctimas, comenzó a investigar el paradero de su abuelo para cumplir el deseo de su padre y dio con el lugar. Diez años después empezaron las exhumaciones e identificaciones. El pasado 5 de marzo, los restos de 15 fallecidos en el penal fueron entregados a sus familiares.
Existe una Agrupación de familiares y amigos de los republicanos muertos y represaliados en la prisión de Valdenoceda. Tienen testimonios escritos por presos veteranos de la prisión como Ernesto Sempere e Isaac Arenal, listas de fallecidos, unas 400 fotografías y dibujos de José Robledano, Porlier y Sempere hechos en Valdenoceda. Jaume D´Urgell tiene además en Flickr una galería de fotos del penal y el proyecto Antigona recopila más imágenes.

EXPRESIONES RELACIONADAS CON LAS BARAJAS DE CARTAS

1.- "LE CONOCÍ POR LA PINTA"
Indica que por solo un detalle (la apariencia o la pinta) se puede conocer a alguien (como al naipe). 
"le conocí por la pinta", que se podría traducir por “le conocí por su aspecto exterior”. Se emplea cuando nos formamos un juicio sobre una persona u objeto con sólo observar su aspecto exterior.
"Vaya pinta que lleva con esos pantalones"

2.- "CON UN AS EN LA MANGA"
Es guardar un recurso escondido hasta el momento en el que sea necesario para crear un golpe de efecto muy positivo o para vencer ante alguna situación.
Ante algunas situaciones es interesante guardarse algo para el final, con el ánimo de soprender o de darle un giro inesperado a una determinada situación.  

3.- "PINTAN BASTOS"
Equivale a que las cosas no van bien o se presenta una mala situación para alguien o algo.
"Pintan bastos para la economía española"

4.-"CANTAR LAS CUARENTA"
Es una metáfora en la que alguien dice las “cosas muy claras” en el sentido de reprender por una conducta equivocada.

 5.- "LAS CARTAS SOBRE LA MESA"
Se utiliza para decir que se habla sinceramente, sin olcultar nada.

6.- "HACERSE EL SOTA"
Hacerse el distraído ante una situación determinada donde alguien tiene información cierta que otro desconoce.

7.- "ESTAMOS EN LA DIEZ DE ÚLTIMA"

8.- "SER UN AS"
Se utiliza para resaltar las cualidades sobresalientes de una persona, hace alusión al as de la baraja, que es la carta que más vale de su palo y la que vence a las demás.
Sin embargo, hace siglos, esta frase
significaba en nuestro país todo lo contrario. Así, cuando antiguamente se decía de un individuo que era un as, el susodicho se consideraba ofendido, ya que ese as era un abreviatura de la palabra asno. En España, la expresión “ser un as” en el sentido elogioso fue introducida durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Entre los aviadores franceses, el as, que en su idioma también significa el número uno, era el piloto del escuadrón que alcanzaba el mayor número de víctimas derribando aparatos enemigos. Y al mejor de ellos se conocía como el “as de ases”.

9.-"PONER LAS CARTAS BOCA ARRIBA"
Obrar con sinceridad, a la vista de todos. Descubrir públicamente un propósito o una forma de actuar. "Si queremos que esta empresa funcione no podemos actuar de forma oculta y a escondidas, todos tenemos que poner las cartas boca arriba" El dicho alude a los juegos de naipes llamados descubiertos, en los que todos los jugadores conocen las cartas de sus oponentes.

10.- "ROMPER LA BARAJA"
Poner fin de manera brusca a un acuerdo o una negociación. Cancelar un pacto o un tratado
"La empresa está dispuesta a romper la baraja con el sindicato". 

11.- "JUGAR CON DOS BARAJAS"
Procurar obtener un beneficio apoyando a una persona o grupo y, al mismo tiempo, al contrario
"Durante la guerra se dieron casos de gente que jugaba con dos barajas".

12.- "ENSEÑAR LAS CARTAS"
Mostrar alguien los medios de que dispone o que piensa poner en juego para cierta cosa.

13.- "JUGAR BIEN SUS CARTAS" 
Utilizar con astucia, en un asunto, los medios de que dispone.

14.- "JUGÁRSELO TODO A UNA CARTA"  
Arriesgarse en una empresa en que hay pocas esperanzas de evitar un desenlace adverso y poner en práctica el último recurso de que se dispone.

15.- "JUGAR SU ÚLTIMA CARTA"
Apelar a un último recurso para lograr cierta cosa.

16.- "TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO"
Intervenir en un asunto alguien que tiene autoridad.

17.- "METER BAZA"
Intervenir en la conversación de otros
"Nadie te ha pedido que metas baza en este asunto".

18.- "DAR CARTA BLANCA"
Es una expresión que significa básicamente "autorizar", a veces sin ningún tipo de condicionante y/o con absoluta libertad. Es un símil del juego de las cartas donde una carta "blanca" -sin figura- equivaldría a un "comodín" (joker).

19.-"PONER CARA DE PÓKER"
El buen jugador de póquer se mantiene con una expresión neutra, es decir, inexpresivo, ocultando sus sentimientos o apreciaciones. Y de ahí que cuando alguien se queda impasible, inexpresivo, con una cara neutra ante una situación, se le dice que se queda (o pone) cara de póquer. 

20.-"MANTENERSE EN SUS TRECE"
 Se dice de aquel que no pide más cartas para no pasar de quince en un antiguo juego similar al actual de las siete y media. En este juego, quien queda más cerca de 15 gana; si rebasa esa cifra pierde. En este juego es usual que, aunque la banca anime a seguir jugando, muchos jugadores se planten en trece por miedo a pasarse.
De este juego se pasa a la expresión que solemos usar habitualmente y se dice que uno sigue “en sus trece” cuando se quiere decir que uno "persiste con pertinacia en algo que ha aprendido o empezado a ejecutar" o "mantiene a todo trance su opinión".

21.-"SOTA, CABALLO Y REY"
Algo es así y punto.
Describir a una persona que actúa meticulosamente y siempre así.

22.-"VERLES LAS PATAS A LA SOTA"
Descubrir un engaño.
Equivalente a "verles las orejas al lobo"
Tomó en serio su enfermedad cuando le vió las patas a la sota.

23.- "DARSE UN TUTE"

Existe un lance especial consistente en reunir en la mano los cuatro, o sea todos, los reyes (tute de reyes) o todos los caballos (tute de caballos), ganando así la partida.
De la dificultad (y por extensión, el esfuerzo) de conseguir ese lance especial se pasa a decir coloquialmente
darse un tute con el significado de “esfuerzo excesivo que se obliga a hacer a personas o animales en un trabajo o ejercicio”.

24.- "TENER BUENA O MALA PINTA"
Si coincide la pinta con la del triunfo se dice que tiene buena pinta (y sino que tiene mala pinta). El resto de las secciones no tienen valor o no pintan, de ahí la frase no pintar nada cuando alguien no se hace valer o sobra.

25.- "BARAJÉAMELA MÁS DESPACIO"
 Explícame más lentamente.
 

26.- "SER MANO"
Ser el primero para empezar algo.

27.-"SI EL PRIOR JUEGA A LOS NAIPES, QUE NO HARÁN LOS FRAILES"
Alguien dira que cómo se puede culpar a algunos aficionados de no hacer algo, cuando ni siquiera el jefe lo hace.

COMAS



El fundador de la Industria Naipera de la saga de los COMAS, fue D. PEDRO.
El inicio registrado tuvo lugar en la ciudad de Mataró, de la provincia de Barcelona, donde actuó desde 1797 hasta 1810, año en el que se instaló en Barcelona hasta 1845, año desde el que le han ido sucediendo sus herederos, hasta llegar a la actual N.E.G.S.A., NAIPES COMAS.

1.-SEBASTIAN COMAS Y RICART (1845 al 1867)
A los 29 de edad, heredó la Industria Naipera fundada en 1797 por su padre, PEDRO COMAS SUMILLA.
Pronto sobresalió por su extraordinaria profesionalidad y sus dotes creativas e inquietud perfeccionista
En el año 1850 viajó a Argentina, canalizando grandes pedidos a través del importador Flo. Hnos.
Con la firme convicción de que las bases industriales sólidas exigen primeras materias de calidad, decide que, para la óptima impresión de barajas, se necesita cartulina especialmente adecuada. Con este propósito, en 1853, toma en arriendo la fábrica de papel existente en Torre de Claramunt, que ya tenía en funcionamiento el acreditado industrial Ramón GUARRO.
Con la adecuada adaptación de ambas industrias se alcanzan plenamente los objetivos de calidad y, con ello, el natural aumento de demanda de sus productos, tanto en el mercado interior como en los mercados americanos.
Pese a su prematura muerte a los 48 años, logró instaurar las bases y directrices maestras que serían seguidas por sus sucesores.

2.-CRISTINA MONTANER DE COMAS (Vda. DE S. COMAS Y RICART)
1867 al 1882
En 1867, ante la súbita muerte de su esposo, se convirtió en mujer empresaria, condición poco común en su época, con los problemas discriminatorios inherentes a la misma.
En todo momento fue doña Cristina digna y eficaz continuadora de sus antecesores, siguiendo sus normas para la consolidación de la empresa.
Durante sus 15 años de dedicación, tuvo el incondicional y constante apoyo de sus dos hijos, Antonio y Sebastián, quienes, a su vez, adquirieron una sólida formación profesional para hacerse cargo de la futura sucesión.
Con el ejemplar entendimiento y unión entre madre e hijos se fomentaron las producciones en ambas Industrias y, con ellas, la ampliación del mercado interior y de los mercados americanos

3.-HIJOS DE SEBASTIÁN COMAS Y RICART (ANTONIO Y SEBASTIÁN COMAS Y MONTANER) (1882 AL 1892)
Al morir su madre, en 1882, heredan ambas industrias y asumen la responsabilidad de la fabricación.
Pronto dan muestras de alto nivel profesional, adquirido con la larga práctica realizada en las industrias de sus antecesores.
Convencidos de que la calidad de la producción es la base del prestigio industrial, continúan perfeccionando la fabricación de la cartulina especial para barajas, considerando que es factor primordial para la impresión, y a tal efecto inician la clase llamada INTRANSPARENTE, que es una cartulina especial de hilo de tres hojas.
Para mayor fluidez, se reparten las funciones, poniéndose SEBASTIÁN al frente de la Papelería y ANTONIO al frente de la Impresora o Naipera.
Con la realización de sus acertados planes, consiguen aumentar notablemente la actividad y la importancia de las empresas.

4.-SUCESORES DE SEBASTIÁN COMAS Y RICART-ANTONIO COMAS Y MONTANER S. EN C. (1.892-1911)
Fue D. Antonio, el gerente de la Sociedad en Comandita que fundó ésta junto con sus hermanos, Antonia y Enrique, y los herederos de Sebastián, al fallecimiento de éste.
Con su gran personalidad y poder ejecutivo, muy pronto alcanzó las más altas cotas de calidad en la producción. 
Creó marcas especiales y las cedió, en exclusiva, a las empresas concesionarias americanas además de otras de uso comunitario para ambos mercados.
En 1.892 cedió la fábrica de papel a D. Juan Capdevila y Guarro, con el derecho prioritario de obtener el suministro garantizado de las cartulinas especiales para Naipes.
En 1.895 adquirió la fábrica de José Samsó y Cía S. en C. y en 1.896 la de Cristóbal Massó y Artigas, con el consiguiente aumento en el volumen de negocios.
Al cumplir su primer centenario, Naipes Comas había alcanzado la cumbre de su popularidad gracias a la creatividad de D. Antonio.

5.-JOSEFA RIBÓ GRUCHAGA VDA. DE ANTONIO COMAS (1.911-1.931)
A la muerte de su esposo, Josefa Ribó Gruchaga, se convirtió en la segunda mujer empresaria de Naipes Comas.
Con gran personalidad y entereza, asume la dirección de la empresa.
Los importantes cambios políticos, las reivindicaciones laborales de su época y las inevitables repercusiones de la I Guerra Mundial, ponfdrían a prueba su gran capacidad de adaptación a las normas industriales impuestas por la nueva situación.
Con su tenacidad y la colaboraciópn de competentes técnicos y operarios formados en las disciplinas sociohumanitarias de su esposo, consiguió mantener los niveles alcanzados, y además, inició la fabricación del tipo inglés y el bridge tipo francés.
Aunque falleció en 1.929, la empresa continuó con su mismo nombre hasta 1.931 

6.-JOSEFA COMAS Y RIBÓ CON SU ESPOSO LUIS GALCERÁN BONIQUET CONSTITUYENTES DE HIJA DE A. COMAS, J COMAS (1.931-1.954)
Con el matrimonio de Josefa Comas y Ribó se constituyó la sociedad Hija de A.Comas, J. Comas.
Los importantísmos acontecimientos sociopolíticos de su época pondrán a dura prueba  su capacidad de supervivencia industrial y comercial.
En el ámbito nacional les tocó vivir el final de la monarquía, la proclamación de la II República, los casi tres años de Guera Civil y las penosas secuelas de la postguerra, agravadas por las repercusiones de la II Guerra Mundial con sus largos y constantes bloqueos d elas barajas transportadas por vía marítima.
A la muerte de su esposo, doña Josefa encargó a su yerno, Alexandre de Armengol, la formación de una sociedad anónima.
ESTIMADO/A COLECCIONISTA DE NAIPES:
CONTRIBUYE A ESTA SECCIÓN DEL BLOG SUGIRIENDO VOCABLOS, TÉRMINOS O EXPRESIONES QUE HAGAN REFERENCIA AL MUNDO DE LOS NAIPES.
ESTOY ELABORANDO EL "DICCIONARIO NAIPERO"

HISTORIA FOURNIER

NEGOCIO/ 136 años haciendo naipes
El verdadero rey de oros de Fournier
Hacer cartas no es un negocio menor, ni mucho menos. La familia de Juan Alfaro, descendiente del fundador de Fournier, lleva más de un siglo en el sector. Cada segundo y medio se vende una baraja suya. En el 95% de los hogares españoles hay una. Más de 2.000 casinos del mundo las usan. ¿Quiénes son estos "modestos" empresarios vitorianos?
La histórica factoría vitoriana fabrica 16 millones de barajas al año y en más de 2.000 casinos a lo largo y ancho del planeta... "Líder mundial en la fabricación de naipes", asegura con tono triunfalista el contestador automático de la empresa.
Fournier ha recorrido un camino de sombras y esplendores, una senda artesanal que pervive desde 1868 y que paulatinamente desemboca en un cruce de caminos entre tradición y modernidad. El peso de la historia lo aporta el mítico Heraclio y su numerosa descendencia.
Este grabador burgalés se instaló en Vitoria a mediados del XIX para ganarse la vida como impresor. Se emancipó de su hermano Braulio, litógrafo como él, para abrir un taller propio en la Plaza Nueva nº 5. Con un olfato de sabueso para los negocios, Heraclio se percato pronto de que la impresión de naipes le reportaría jugosos dividendos. El éxito no se hizo esperar. La demanda le obligo a ampliar el negocio varias veces y a mudarse de local otras tantas. En medio de tanto trajín, realiza un encargo al profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, Emilio Courier y al pintor local Ignacio Díaz Olano: que ilustren una baraja española con una iconografía inconfundible, y un diseño rotundo que se adhiera a la memoria.
El resultado fue brillante, embellecido en 1877 por Augusto Rius. Así se concibieron los reyes, intemporales como Matusalén, las sotas andróginas, los caballos enjaezados, el as de oros con el nombre de su creador y el resto de palos con sus correspondientes detalles e inscripciones. Nacía la archiconocida baraja nº 1, esa que le ha cantado las cuarenta al deterioro, luciendo eternamente joven desde entonces. No permite maquillajes ni lifting. Ningún jugador a lo largo de décadas aceptaría cambios en "la baraja de toda la vida". La tradición se paga. Por eso, hoy en día el copyright de los dibujos es millonario e inimitable.
Don Heraclio murió en Vichy (Francia) en 1916, y dejó una herencia empresarial afianzada y en plena expansión. A ello ayudaron mucho sus sucesores. Tras su fallecimiento, tomo las riendas del negocio su nieto Félix Alfaro Fournier, hijo de Mercedes Fournier y Juan Bautista Alfaro. El afamado apellido quedaba relegado a un segundo plano, puesto que del matrimonio de Heraclio con Nieves Partearroyo nacieron cuatro mujeres. Esta circunstancia no menoscabó el crecimiento de la empresa; es más, la expansión no tocaba techo. De las viejas factorías en la Florida y la calle Fueros -esta última impresa en algunas barajas para ser el comodín-, se paso al mastodóntico edificio en el barrio de San Cristóbal, en 1948. Aquel complejo debió de ser como el Pentágono, enorme, colosal, con una actividad febril y pasillos interminables. Fueron 45 años amasando triunfo. Pero todo auge esconde una decadencia. "El desastre de Fournier comenzó en el año 1973, por la crisis del petróleo. Compraron una máquina suiza de segunda mano que era un tren, le metías el papel y lo hacía todo. Costó 200 millones de entonces y apenas trabajó", recuerda Josetxu Erguía, director del Museo del Naipe de Vitoria y antiguo trabajador en la fábrica.
Al hilo de la crisis del crudo, sobrevinieron años de incertidumbre. La cosa se puso fea tras la muerte del patriarca Félix en 1989. Cuatro años más tarde, las agitaciones sindicales sacudían los 90. Se materializa la mudanza de la factoría a un emplazamiento lejos del casco urbano. Desde entonces, el verde tapete que tienden los prados de Aleutiano, a las afueras de Vitoria, escenifica el signo de los nuevos tiempos. Allí se asienta la ultima fábrica, un inmueble donde se prolonga el pequeño gran milagro vitoriano que, desde 1993, se acomoda en el polígono de Bojan. Impersonal y práctico como los complejos que le rodean, el edificio luce en su fachada la firma corporativa e inconfundible del fundador. Por estos lares la rúbrica tiene casi tanta solera como el toro de Osborne. Un puñado de calles de Vitoria honran a Fournier y su circunstancia; los naipes.
Una vez franqueada la entrada, un imponente óleo de Heraclio colgado en el rellano de la escalera preside el edificio. Ahora, el viejo emporio es una empresa moderna y racionalizada donde las salas de reuniones se llaman mus, póker o tute. De la vieja fábrica solo queda una maqueta que se toma la molestia de recordar el esplendor del pasado. "Ahora somos 165 trabajadores de los 1.000 que hubo en los años 60", relata Jesús Guerra, director comercial de Naipes Fournier. "La vieja fábrica era un universo. Tenía hasta economato donde hacer la compra. Era un privilegio trabajar allí. Las naiperas eran reconocidas en toda Vitoria. El que ligaba con una de ellas, ojo!", comenta Jon Aíllo, un joven donostiarra responsable de la oficina técnica de la empresa. Muy lejos quedan la respiración de las máquinas de vapor y las hordas de trabajadores de antaño, estampas en blanco y negro que dibujan una nebulosa surgida del Nodo.
Naipes en el ADN. Veteranos y recién llegados engarzan una cadena que se extiende desde 1868. Juan Manuel Alfaro Caballero es el penúltimo eslabón de la saga Fournier y ejerce tanto de orgulloso bisnieto del fundador, como de Presidente Honorario. A sus 83 años, con una memoria prodigiosa y con su nostalgia encuadernada en voluminosos álbumes de fotos, custodia la parte del mito que le toca..., además de un 10% de las acciones. "Yo quería ser marinero, pero al final aprendí contabilidad y me tiré 50 años en la fábrica, al lado de mi padre, don Félix Alfaro Fournier". De sus labios, el relato de la vida laboral se desliza con cariño. "En 1968, el año del centenario, éramos más de 1.000 trabajadores. No he vuelto a pasar por delante de la vieja fábrica. Me da mucha pena", rememora con brillo de emoción en sus ojos. Juan Manuel vive en una bella casa de techos infinitos con un parque que cruje de historia al caminar. La mandó levantar su bisabuelo en la calle Manuel Irradiar de la capital alavesa y sus muros aún guardan un puñado de secretos.
Además de naipes y sellos, de Fournier salieron revistas de modas de Paris o libros con encuadernación de lujo. "Tuve mucha amistad con Lara, el de Planeta. También trabajamos con Noguera, Espasa Calpe, y hacíamos el Mundo Hispánico", añade. Mientras su padre desenmaraña los recuerdos, el hijo de Juan Manuel se incorpora a la conversación. Juan Alfaro Alona es el actual director financiero de Naipes Fournier y representa la encrucijada de una empresa familiar -aun rentable y con un vínculo afectivo con Vitoria que atañe a cientos de familias de trabajadores de ayer y de hoy-, pero cuyos herederos se desentienden del peso de la tradición. "Llevo desde el 72 en la empresa y mis hijos no creo que sigan con el negocio", comenta con cierta resignación. "Es que las empresas familiares tienen vida limitada. Un par de generaciones a lo sumo. Pero mira nosotros", apunta su padre, satisfecho por haber prolongado el éxito del ADN Alfaro-Fournier. "A mí me ha tocado un transición dura. La crisis del petróleo nos hizo daño, la competencia de pequeños talleres... En el año 86, busque socios y encontré a los americanos. Se querían quedar con todo, pero hoy día mantenemos un 10% de las acciones. Con otra ampliación de capital no se que pasará". A los "americanos" que se refiere Alfaro Allana son la USPCC (United Status Playing Card Company). Con sede en Cincinnati (Ohio), esta empresa de naipes, englobada en el gigante Garden y que cotiza en Wall Estrete, adquirió el 86% de Fournier. Corría el año 1986 cuando una cena familiar entre los directivos de ambas empresas sellaba el acuerdo. Sobre la mesa, una empresa que hoy día factura 18 millones de euros al año.

Luego vino la traumática reestructuración de plantilla en el 93 y la posterior desaparición de la sección de Artes Graficas. Apaciguada aquella espiral, hoy en día la USPCC deja hacer sin meter baza. Delega la gestión del mercado español y europeo a los actuales rectores. Sin embargo, la irrupción de jóvenes "tiburones" señala que la suerte puede cambiar. "Hemos trabajado a destajo muchos sábados y domingos. Ha comenzado una fiscalización y un control muy grande", añade Alfaro Allana, que apuesta hasta la corbata en una efeméride. "Bueno, yo creo que llegaremos sin problemas al 150 aniversario". El año 2018 se marca en rojo en el calendario. Todos confían en que la temida y creciente deslocalización no se lleve la factoría a otra parte del mundo que brinde mano de obra más barata. "Hay gran confianza en que el negocio siga aquí. Somos garantía de calidad", remata el marketing manager, Jorge Fernández.

Secretos artesanales. El futuro aguarda. Ya ha habido bastantes reajustes de personal con sus dramas internos e historias de ahogos a fin de mes. "Lo que antes hacían 15 dibujantes ahora lo realiza una diseñadora con un Macintosh", reconoce Jorge. Pese a la adaptación, la fabricación sigue teniendo un aroma artesanal. Continúan las naiperas con su bata azul y las iníciales de la empresa bordadas en blanco junto a la solapa, que se encargan de mimar el producto como se ha venido haciendo durante décadas. Uno de los secretos cautivos de la empresa, guardado bajo siete llaves desde la época de Heraclio Fournier, alude a la elaboración del barniz. Juan, "el químico", conoce la fórmula de memoria. Si se le pregunta por la edad y por los años que lleva en la empresa contesta lacónico que "bastantes". Risueño y siempre de acá para allá, asegura que cada día la barnizadora se "traga" 500 kilos de fluido secreto.¿Qué pasaría si la competencia le ofreciera una millonada por marcharse con la fórmula del barniz? "Pues me largaría... pero luego Fournier me repescaría", desliza a media sonrisa. Juan comparte secreto con Antonio Iñigo. También es químico y ostenta el cargo de director de calidad. Su lugar de trabajo es una suerte de laboratorio repleto de artilugios que parecen ideados por Tim Burton o el doctor Franz de Copenhague, del TBO. Muchos de ellos los ha fabricado el mismo -a lo largo de más de 30 anos- para comprobar la salud de las cartas. Frotadoras que soban los naipes horas y horas para medir su resistencia, básculas y micrómetros donde acotar peso y espesor, hornos y barajadoras para calcular envejecimiento, rigidez o flexibilidad, un teatrillo de luz negra para comprobar la tinta invisible de la marca de seguridad de los casinos, redomas, probetas y la "máquina de la bola", un ingenio que merecería premios en un certamen de inventos. Eso sí, su utilidad y funcionamiento exigen confidencialidad.

Tareas tan misteriosas complementan a los miles de naipes que bailan fuera, enfrascados de lleno en el proceso industrial. Ejércitos de reyes barbudos, reinas de picas, ases de oros, sotas ufanas, cartas con los personajes de El Señor de los Anillos y Disney, o arcanos del tarot, aguardan ropaje de tinta y barniz, pululando por el lugar como si Alicia hubiera puesto de nuevo en marcha El País de las Maravillas. Pilar Elarre convive con todos ellos en calidad de jefa de almacén. Conoce al dedillo los secretos de la empresa y se mueve sigilosa por sus dominios. Siempre celosa de su trabajo, sin despistarse de los quehaceres pese a las preguntas y los flashes, responde con educadísimos monosílabos. "Llevo 38 años en la empresa pero mi trabajo no ha sido sota caballo rey", relata. No hay tiempo para el aburrimiento cuando se custodia la joya de la corona: el bunker que guarda los naipes que irán a parar a los casinos de medio mundo. La combinación de este almacén blindado solo la saben tres personas en la casa, y "nunca viajan juntas, por lo que pueda pasar", aseguran con tono inquietante.

Perfectamente almacenados y contabilizados, los naipes esperan turno para sembrar de suerte o infortunio unos tapetes por los que corren miles de millones de euros, dólares, rublos, coronas... Por eso, cuando salen de la fábrica se contrata un seguro puerta a puerta que cubre cualquier imprevisto. "Un casino de Pakistán nos hace un pedido. Imagina que el tráiler tiene que cruzar Afganistán y eso supone la amenaza de señores de la guerra y contrabandistas. El pedido ha de llegar integro. No puede faltar ni una sola baraja porque una baraja robada por un 'manitas' puede hacer perder un dineral al casino en cuestión", asegura Jesús Guerra.

Custodiar y fabricar naipes es como hacer dinero. Fournier trabaja en exclusiva con todos los casinos españoles. No se trata de un monopolio. Es un compromiso que reconoce la calidad del producto y la profesionalidad de la que hace gala la factoría. "No tenemos rival.
Al hablar de juego y apuestas, vienen a la memoria escenas de tensión, ruinas varias y tugurios grasientos. "Es un mundo muy especial pero no es sórdido ni humeante. Esta controladísimo. Las comisiones de juego nos miran a todos al milímetro", recuerda Guerra. Pese a la legalidad , siempre hay márgenes para el anecdotario. Jeques que juegan en aviones en la placidez del espacio aéreo lejos de prohibiciones, yates en aguas internacionales con interminables partidas a bordo, pedidos para timbas ilegales que se celebran en "ningún lugar", supersticiones mil... "El juego en si es peculiar. En España se juega mucho a las cartas por el honor, una ronda o un décimo de lotería". Desde el despacho de Jesús se otea un paisaje limpio y bucólico. Nada parece enturbiar el futuro cuando se tiene un plan de negocio que siempre barre las "diez de monte".

pix